La enfermedad ya deja más de 30 muertes en el país y el Gobierno busca frenar su avance con una ambiciosa jornada de inmunización gratuita.
Colombia declaró la emergencia sanitaria nacional ante el preocupante aumento de casos de fiebre amarilla. El anuncio lo hizo el Gobierno de Gustavo Petro, que planea vacunar a 14 millones de personas en todo el país, con prioridad en las regiones de mayor riesgo epidemiológico.
La fiebre amarilla ya ha dejado 74 casos confirmados y 32 muertes entre 2024 y lo corrido de 2025, según datos del Ministerio de Salud. La vacuna —que es gratuita, segura y de una sola dosis— ya está disponible en todos los departamentos del país.
“La vacuna salva vidas. No es momento de alarmarse, sino de actuar unidos”, dijo Jaime Urrego, viceministro de Protección Social.
¿Quiénes deben vacunarse?
El esquema de vacunación nacional contempla inicialmente a la población de 1 a 19 años, pero en zonas de alto riesgo se aplicará desde los 9 meses de edad hasta adultos mayores de 60 años.
De hecho, ya se han vacunado más de 8.000 adultos mayores de 70 años, según el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.
La vacuna es altamente efectiva: protege de por vida con una sola dosis, empieza a hacer efecto desde el día 10 y alcanza una eficacia del 99 % al día 30.
Hay vacunas para todos
El país ya cuenta con 3.1 millones de dosis disponibles para aplicación inmediata. En los próximos días llegarán 1.5 millones más, y se confirmó la compra de 2 millones adicionales a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Además, el Gobierno ha solicitado 8 millones de vacunas más, con lo que se espera alcanzar un total de 14.6 millones de dosis, suficientes para cubrir a toda la población objetivo.
“Queremos garantizar vacunas para cada colombiano que lo necesite”, afirmó el ministro Jaramillo.
También se exigirá carné de vacunación para entrar y salir del país
Como medida paralela, el Gobierno prepara el regreso del carné de vacunación obligatorio para quienes entren o salgan del país, especialmente por las fronteras con Brasil, donde también hay brotes activos de fiebre amarilla.
Esta decisión busca frenar la propagación transfronteriza del virus, sobre todo en las zonas selváticas compartidas, que son altamente vulnerables.
La estrategia: salud preventiva y atención primaria
Además del plan de vacunación, el Ministerio de Salud activó el despliegue de 10.000 equipos básicos de salud conformados por médicos y enfermeras que apoyarán la atención primaria en todo el territorio. Estos equipos, en coordinación con las EPS, serán clave para cubrir zonas rurales y urbanas.
Aunque no existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, se ofrecen cuidados médicos de soporte en todo el país para manejar los síntomas y complicaciones asociadas.
