Ambos expresidentes del Congreso son señalados por recibir millonarias coimas. La decisión sacude al poder legislativo y podría derivar en la pérdida de investidura y silla vacía.
La Corte Suprema ordenó este miércoles la captura de los congresistas Iván Name y Andrés Calle, acusados de cohecho y peculado en el escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo.
La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia votó este 7 de mayo, con una mayoría de cuatro votos contra dos, a favor de emitir orden de captura contra los expresidentes del Senado y la Cámara de Representantes, Iván Name Vásquez y Andrés Calle Aguas, respectivamente. Ambos están involucrados en el millonario caso de corrupción dentro de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).
Según la investigación, Name habría recibido presuntamente $3.000 millones y Calle $1.000 millones como parte de un esquema de sobornos destinado a facilitar el trámite de proyectos y decisiones clave del Gobierno en el Congreso.
Testimonio clave encendió las alarmas
La decisión del alto tribunal se conoció tras el testimonio de Sandra Ortiz, exalta consejera presidencial para las regiones, quien reveló detalles cruciales sobre cómo se estructuró la red de sobornos. Su declaración habría confirmado que los recursos fueron distribuidos a cambio de apoyo legislativo.
De encontrarse culpables, los congresistas —miembros de los partidos Alianza Verde y Liberal— podrían perder su investidura, lo que implicaría la aplicación de la figura de la “silla vacía”, como ya ocurrió este mismo periodo legislativo con el exsenador Ciro Ramírez, investigado en el caso Marionetas 2.0.
Un discurso que parecía una despedida
En una intervención que ahora cobra mayor sentido, Iván Name se despidió simbólicamente del Senado la noche anterior a la emisión de la orden. “No sé si esta sea mi despedida en el tránsito de una democracia en la que creemos, de una justicia en la que confiamos”, dijo en plenaria el 6 de mayo.
El barranquillero, con más de 20 años en el Congreso, agradeció su paso por el legislativo y dejó entrever que podría no estar presente al día siguiente, dependiendo de la decisión judicial. “La fe produce el milagro. Mañana, espero seguir en este Senado”, sentenció.
Un Congreso sacudido, una institucionalidad en alerta
El caso representa un nuevo golpe para la institucionalidad del país, pues involucra directamente a quienes ostentaron las más altas dignidades del legislativo. Mientras la Corte avanza con la judicialización, la ciudadanía observa con lupa cómo se desenlaza este nuevo capítulo del megacaso Ungrd.
