El Senado inicia esta tarde la discusión sobre la iniciativa del Gobierno. Conservadores, liberales y el Partido de la U decidirán si la propuesta de consulta llega a las urnas.
La consulta popular impulsada por el presidente Gustavo Petro comienza su trámite en la plenaria del Senado, en medio de intensas negociaciones políticas y un ambiente de tensión entre el Gobierno y el Legislativo. El pulso está en manos de tres partidos que aún no han definido una postura unificada.
El proyecto que busca convocar a una consulta popular será discutido esta tarde en el Senado. La votación podría tener lugar este miércoles, y según el ministro del Interior, Armando Benedetti, las cuentas ya estarían dadas para que la iniciativa avance.
Para que se apruebe, se requiere mayoría simple: la mitad más uno de los senadores presentes. Pero primero debe superarse el quorum decisorio, que corresponde a 53 congresistas.
El Senado deberá pronunciarse sobre la viabilidad de la propuesta tal como fue radicada. No podrá modificar ni el contenido ni la redacción de las preguntas. Se trata de 12 preguntas formuladas por el presidente Petro el pasado 1° de mayo, que abordan puntos clave de la reforma laboral que se hundió en marzo en la Comisión Séptima.
Votos negativos ya están cantados
Hasta ahora, el Centro Democrático y Cambio Radical han anunciado su voto negativo como bancada. Señalan que la consulta es una iniciativa “populista” y que “destruiría el empleo” en lugar de generarlo.
Entre los senadores que han manifestado su voto individual está “Jotape” Hernández (Alianza Verde), quien apoyará la iniciativa. Su bancada, que cuenta con ocho curules, se quedó con un voto menos tras la captura de Iván Name por el escándalo de la UNGRD. Así, quedarían seis votos afirmativos desde ese sector.
El voto decisivo está en el centro
El futuro de la consulta depende de tres partidos clave: el Partido Conservador (15 curules), el Partido Liberal (13) y el Partido de la U (10). Hasta ahora, ninguno ha fijado una posición de bancada.
Algunos conservadores han expresado su rechazo a la consulta, principalmente por su elevado costo, estimado en 700 mil millones de pesos. La bancada se reunió en la Presidencia del Senado para definir una posición común.
El Partido Liberal está en una situación similar. Su líder, César Gaviria, no ha dado línea directa, pero anunció que vigilará muy de cerca cómo votan sus congresistas. En el pasado, Gaviria ha criticado las reformas de este Gobierno.
El Partido de la U, por su parte, podría repetir la fórmula de votación individual, como ha ocurrido en otras ocasiones.
La discusión de la consulta se ha convertido en un nuevo campo de batalla entre el Ejecutivo y el Legislativo. Si el Senado aprueba la iniciativa, el verdadero reto será movilizar al electorado para lograr una participación que le dé legitimidad.
Oposición y oficialismo se preparan para una nueva confrontación, esta vez en las urnas, donde se medirán fuerzas políticas y se definirá el rumbo de las reformas que el presidente Petro quiere revivir.
