La CUT confirmó dos días de cese de actividades tras el hundimiento de la consulta popular. Analistas advierten que podría ser un ensayo político con miras a 2026.
Tras el hundimiento de la consulta popular impulsada por el Gobierno de Gustavo Petro, las centrales obreras anunciaron un paro de dos días el próximo 28 y 29 de mayo. Aunque se descartó un paro nacional indefinido, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) aseguró que estas jornadas tendrán un alto contenido de movilización social y simbolismo político.
“Vamos a realizar tareas de gran envergadura como la huelga general y el poder popular. La movilización tendrá expresiones concretas en los territorios”, afirmó Fabio Arias, presidente de la CUT.
¿Se viene otro paro en junio?
Arias también adelantó que se está considerando una nueva jornada de paro el 11 de junio, aunque esa decisión aún está en análisis.
Estas convocatorias surgen en un contexto de alta tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo, tras el rechazo de varias reformas estructurales. Para muchos, se trata no solo de una protesta, sino de un “pulso político” con proyección a largo plazo.
¿Qué tan fuerte es hoy el músculo social?
El politólogo Juan David Cárdenas, profesor de la Universidad de La Sabana, explicó en diálogo con Infobae Colombia que estas jornadas serán clave para medir la capacidad real de convocatoria de las centrales obreras, especialmente después de perder protagonismo desde las movilizaciones de 2019 y 2021.
“Es una movilización atípica: es en apoyo al Gobierno y contra otra rama del poder. Además, las centrales obreras ya no tienen la centralidad que tuvieron en el pasado”, indicó.
Cárdenas agregó que, tras el llamado del presidente Petro a manifestarse, que no tuvo un gran eco en las principales ciudades, no espera una participación masiva en este nuevo paro.
“Aunque los contenidos de las reformas son importantes, la procedencia política y los actores detrás de ellas les han restado legitimidad ante la opinión pública”.
¿Tendrá impacto real el paro?
Sobre las posibles afectaciones sociales o económicas, el analista fue claro: no se pueden anticipar escenarios como los de 2021. Señala que el contexto actual es distinto, tanto en términos de ánimo ciudadano como de respaldo organizativo.
“La composición de los sectores movilizados no es la misma, y es posible que estas acciones no tengan ni la duración ni el impacto del paro nacional de hace cuatro años”.
Un ensayo para 2026
Finalmente, Cárdenas advirtió que este paro puede ser el primer gran termómetro político del Gobierno Petro en la recta final de su mandato.
“Más allá de las elecciones presidenciales, está en juego la gobernabilidad en el tramo final de su gestión. Apostar por polarizar el debate puede ser peligroso si no hay respaldo ciudadano contundente”.
