Con cifras en alza y una oferta que combina naturaleza, historia y experiencias únicas, el país supera las proyecciones mundiales en el sector turístico.
Mientras el turismo global enfrenta un crecimiento moderado, Colombia avanza con paso firme: en 2024 recibió casi siete millones de visitantes extranjeros y en 2025 sigue sumando aumentos en llegadas, ventas de tiquetes y reservas.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, el crecimiento del PIB mundial se situó en 1,1 % en el primer trimestre de 2025, mientras que Colombia alcanzó un 2,7 %. Este dinamismo también se refleja en el turismo: el gasto turístico en el país creció 5 % en 2024 y mantiene tendencia positiva, contrario a la caída proyectada del 22 % para economías de bajos ingresos hacia 2030.
Las cifras respaldan el buen momento: en 2024 ingresaron 6’988.002 visitantes extranjeros no residentes, un 13,3 % más que en 2023. Entre enero y mayo de 2025, mientras el flujo global retrocedía un 0,3 %, en Colombia creció 6,6 %. Las ventas de tiquetes al país aumentaron un 9,2 % en el segundo trimestre, con Estados Unidos como principal mercado emisor (39,4 %), seguido de México (10,5 %) y Chile (6,5 %). Medellín y San Andrés lideraron los incrementos, con 15 % y 45 % respectivamente.
Entre los destinos más demandados según Civitatis se destacan Medellín y sus alrededores, Santa Marta, Bogotá y San Andrés. Cartagena mantiene su atractivo, con un crecimiento superior al 50 % en turismo de playa durante el segundo trimestre de 2025, de acuerdo con Despegar. El auge también alcanza a joyas naturales como Islas del Rosario, Providencia, Parque Tayrona, Valle del Cocora, Salento y Villa de Leyva.
María Carolina Padilla, country manager de Civitatis, subraya que la diversidad es el mayor valor del país: “En cada región hay una identidad distinta, una cocina que cuenta historias y comunidades que dejan huella”. Destaca, además, el potencial en turismo de sol y playa, desde los destinos más populares como Cartagena y San Andrés, hasta rincones menos conocidos como Playa El Morro en Tumaco, El Almejal en Bahía Solano y Nuquí en el Chocó.
El impulso cultural también juega un papel clave. El estreno de la serie Cien años de soledad de Netflix, filmada en el Caribe colombiano y en locaciones como Alvarado (Tolima), ha motivado la creación de rutas turísticas que incluyen Aracataca, Ciénaga, Mompox y Cartagena. Según Carmen Caballero Villa, presidenta de ProColombia, “esta producción nos brindó una oportunidad excepcional para mostrar al mundo nuestra riqueza cultural y paisajística”.
Para Pablo Jaitman, de Despegar, la ventaja competitiva de Colombia está en su geografía compacta: “Pocos lugares en el mundo logran combinar ciudades cosmopolitas, pueblos con historia, playas paradisíacas y naturaleza intacta en distancias tan cortas”.
Más que un destino, Colombia se proyecta como una experiencia completa, un mapa vivo en el que cada viajero encuentra su propio Macondo.