La normativa permitirá la distribución de medicamentos derivados del cannabis con prescripción médica en establecimientos farmacéuticos, bajo estrictos controles sanitarios.
El Gobierno nacional trabaja en un decreto que habilitaría la venta de cannabis medicinal en droguerías de todo el país. La iniciativa, construida de forma conjunta por los ministerios de Salud, Justicia y Agricultura, busca garantizar el acceso regulado a tratamientos con derivados del cannabis para pacientes con prescripción médica.
El Gobierno del presidente Gustavo Petro estaría ultimando los detalles de un decreto que abriría la puerta a la comercialización de medicamentos derivados del cannabis en droguerías y servicios farmacéuticos habilitados del país.
La propuesta normativa —elaborada por los ministerios de Salud, Justicia y Agricultura— establecería las condiciones bajo las cuales podrán distribuirse productos con base en cannabis medicinal, siempre que cuenten con registro sanitario, control especial y respaldo de una fórmula médica.
Los establecimientos autorizados solo podrán vender productos con forma farmacéutica dosificada, como tabletas, cápsulas, soluciones líquidas o cremas, cuya concentración esté debidamente estandarizada por gramo o mililitro.
La medida también incluye preparaciones magistrales, es decir, fórmulas personalizadas que deben ser elaboradas únicamente por droguerías y servicios farmacéuticos que cuenten con aval del Ministerio de Salud, certificación del INVIMA y buenas prácticas de manufactura.
En paralelo, el cultivo de cannabis, tanto psicoactivo como no psicoactivo, quedará bajo vigilancia del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), el INVIMA, la Policía Nacional y los ministerios de Agricultura y Comercio. Los licenciatarios podrán transferir cannabis no psicoactivo para usos médicos a terceros debidamente autorizados.
Uno de los puntos más esperados es la futura reglamentación que permitiría la venta legal de flor de cannabis con fines terapéuticos. Dicha normativa deberá expedirse nueve meses después de la entrada en vigencia del decreto.
El borrador —aún en fase de revisión interinstitucional— propone un modelo regulado de acceso a terapias alternativas con derivados de cannabis, con mecanismos de trazabilidad, control sanitario y vigilancia institucional. La distribución estará sujeta a las condiciones que rigen los medicamentos de control especial, lo cual implica exigencias en almacenamiento, manejo, prescripción y seguimiento.
Esta iniciativa se inscribe dentro de una estrategia más amplia del Gobierno Petro para fortalecer el uso médico del cannabis, fomentar la producción nacional y garantizar el acceso seguro y legal a tratamientos alternativos dentro del sistema de salud colombiano.

