El presidente reconoció la responsabilidad del Estado en masacres paramilitares cometidas con apoyo de fuerzas públicas, como parte de un acuerdo de reparación con la Comunidad de Paz de San José de Apartadó.
Durante un acto solemne en la Casa de Nariño, el presidente Gustavo Petro ofreció disculpas públicas a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, en el departamento de Antioquia, por las violaciones de derechos humanos ocurridas entre 1997 y 2007.
La petición de perdón hace parte del cumplimiento del Acuerdo de Solución Amistosa firmado el 18 de diciembre de 2024 entre la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado y dicha comunidad, que fue víctima de masacres perpetradas por grupos paramilitares con la presunta complicidad de integrantes de la fuerza pública.
“El Estado colombiano es culpable de la violencia, y es el pueblo quien tiene derecho a conocer la verdad sin depender de ningún poder”, afirmó Petro durante el acto oficial, en el que también condenó la histórica impunidad frente a estos crímenes.
Tres décadas de dolor y omisión judicial
De acuerdo con cifras de la Defensoría del Pueblo, entre 1997 y 2007 se registraron al menos 54 denuncias por violaciones a los derechos humanos en esta comunidad del municipio de Apartadó.
El mandatario cuestionó la falta de justicia en el país:
“¿Puede haber una masacre continua sobre una comunidad con 300 víctimas directas durante 30 años y que la justicia no investigue? ¿Dónde está el Poder Judicial de Colombia?”, preguntó con contundencia.
La Comunidad de Paz de San José de Apartadó nació en 1997 como una declaración de neutralidad frente al conflicto armado colombiano. En 2007, la Corte Constitucional reconoció la impunidad de los crímenes cometidos por los paramilitares y ordenó medidas para garantizar una reparación integral, que no se cumplieron en su momento.
A raíz de esto, se conformó una comisión de evaluación de justicia en 2012. Tras más de una década de insistencia y resistencia por parte de la comunidad, se logró la firma del acuerdo con el Estado, que contempla acciones concretas de reparación, entre ellas el acto público de perdón celebrado esta semana.
Reparación, más allá de las palabras
Petro afirmó que la verdadera reparación empieza con un cambio de actitud institucional frente a las víctimas. “No basta con decir lo siento, hay que transformar el rol del Gobierno para que estas atrocidades no se repitan”, concluyó.