El presidente Gustavo Petro se pronunció tras la decisión de la Corte Suprema de EE. UU. sobre la deportación de migrantes venezolanos, y aprovechó para enviarle un fuerte mensaje a su homólogo salvadoreño.
El presidente Gustavo Petro le pidió públicamente al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que libere y entregue a los ciudadanos colombianos que se encuentran detenidos en cárceles salvadoreñas. El pronunciamiento se dio a través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), en el contexto de una reciente decisión judicial en Estados Unidos sobre el trato a migrantes venezolanos.
“No, señor Bukele, muy mal. No aceptamos y la justicia estadounidense no acepta, que se criminalice a los niños y niñas de Venezuela, la tierra madre de Bolívar. Entréguenos a los colombianos que tienen en sus cárceles. Dejen libre al pueblo venezolano, porque ese pueblo sí sabe gritar libertad”, escribió el mandatario.
El contexto: migración y justicia
El mensaje de Petro llegó luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos emitiera una orden para frenar la deportación de migrantes venezolanos, una medida impulsada durante el gobierno de Donald Trump. En concreto, la administración republicana había invocado la antigua Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para arrestar y trasladar presuntos miembros del grupo criminal Tren de Aragua a cárceles de alta seguridad en El Salvador.
Frente a esto, el presidente colombiano expresó que “ningún latinoamericano demócrata puede aceptar como principio de una república que, por los crímenes de la banda llamada Tren de Aragua, se criminalice a todo el pueblo venezolano en el exilio”.
Incluso, Petro comparó la medida con las prácticas autoritarias que se vivieron en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. “Los migrantes no son criminales, ésta es una razón de humanidad”, concluyó.
Un debate regional
Petro ha sido uno de los principales críticos de las políticas migratorias que se implementaron en EE. UU. durante el mandato de Trump. En enero pasado, el Gobierno colombiano ya había tenido un impase diplomático con Washington, al negarse a recibir connacionales deportados bajo condiciones que consideraba indignas.
El nuevo pronunciamiento del mandatario colombiano pone sobre la mesa no solo el tratamiento a los migrantes, sino también la situación de colombianos presos en el extranjero, especialmente en países donde el sistema penitenciario ha sido duramente cuestionado por organizaciones de derechos humanos.
