Mauricio Lizcano presentó su renuncia al Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC). Su gestión estuvo marcada por avances en conectividad, el impulso a la inteligencia artificial y el rescate de empresas clave del sector. Ahora, nuevos desafíos esperan a quien asuma el liderazgo de esta cartera.
A través de un trino, Mauricio Lizcano confirmó su renuncia al MinTIC, cargo que asumió con el objetivo de transformar digitalmente al país. Durante su gestión, se conectó a más de tres millones de personas, se entregaron más de 100.000 computadores a estudiantes de colegios públicos y se instalaron 2.375 antenas en zonas apartadas.
“Trabajamos incansablemente para hacer de Colombia una PotencIA Digital, llevando tecnología e innovación a las regiones más apartadas”, destacó Lizcano al anunciar su salida.
Además, lideró los esfuerzos para el despliegue de la tecnología 5G y promovió la formación de habilidades digitales en más de un millón de colombianos, consolidando a Colombia como un referente en inteligencia artificial en América Latina.
Lizcano también se destacó por su papel en los rescates financieros de Tigo y WOM, dos empresas que enfrentaron crisis que amenazaban su continuidad. En el caso de Tigo, facilitó acuerdos entre Millicom y EPM para una inyección de $600.000 millones, mientras que con WOM gestionó un plazo de gracia hasta 2029 para sus obligaciones con el Estado, lo que permitió su reorganización empresarial.
En el ámbito legislativo, radicó un proyecto de ley enfocado en convertir a Colombia en un líder en análisis y producción de datos no personales, impulsando procesos académicos, empresariales y gubernamentales.
Retos para el próximo titular del MinTIC
Quien asuma la dirección del MinTIC enfrentará grandes desafíos: cerrar la brecha de conectividad en zonas rurales y urbanas, fortalecer la formación en habilidades digitales y garantizar la sostenibilidad financiera del sector de telecomunicaciones.
Además, el panorama competitivo podría transformarse con la eventual integración de Tigo y Movistar, lo que plantea retos para regular precios justos y mejorar la calidad del servicio en un mercado dominado por pocos operadores.
“La tecnología debe ser una herramienta para cerrar brechas, no para ampliarlas”, concluyó Lizcano, dejando como legado una gestión que buscó poner a Colombia a la vanguardia tecnológica.
